10 frases del libro: “Atesorando a Cristo cuando tus manos están llenas” de la autora Gloria Furman
La maternidad es sin duda el mayor reto que he enfrentado en la vida. Ser madre conlleva hacer sacrificios con los gastos, con tu cuerpo, con tu tiempo, con tus prioridades; básicamente de toda tu vida. Desde mi punto de vista, compartir la maternidad con amigas y hermanas en el Señor ha hecho el camino más fácil y las cargas más ligeras de llevar. Así como Dios nos manda a vivir en comunidad, también la maternidad es mejor vivirla acompañada y no sola.
En un viaje que hice a México al Congreso “Mujer Verdadera 2020” del ministerio Aviva Nuestros Corazones, encontré el libro “Atesorando a Cristo cuando tus manos están llenas” de Gloria Furman. Para hacer el viaje dejé a mi hija de un añito con mi esposo, fue difícil ya que desde que había nacido nunca había estado lejos de ella por más de una noche. Aviva Nuestros Corazones se enfoca en la feminidad bíblica y yo literalmente estuve poniendo en práctica no ser una esposa y mamá controladora sino disfrutar de este tiempo a solas con el Señor.
A medio día del lunes 16 de marzo, regresamos de viaje y en la noche explotó la crisis de la pandemia de COVID-19 en Guatemala y por solamente volar unas horas más temprano, pudimos entrar a nuestro país sin ningún problema. Sin embargo, estuve en cuarentena por 7 días más por recomendación del pediatra, así que los seis días que no iba a ver a mi hija, se convirtieron casi en 15 días. Fue una gran prueba como familia, aunque Eduardo hizo todo de maravilla ya que es un papá súper dedicado e involucrado (lo único que no hacía era dar pecho… ¡¡¡porque no podía!!!) realmente fue un tiempo complicado. Recordé el libro que había comprado y en esos días lo pude leer. Se que fue providencia del Señor y la lectura me enseñó muchísimo sobre la maternidad y la importancia de vivir el evangelio y meditarlo “para madres ocupadas”, como dice la autora.
Si eres una mamá joven o primeriza, te recomiendo adquirir el libro de Gloria Furman para aprender verdades de la Palabra que te animen y ayuden a ver a Cristo como tu mayor tesoro en medio del corre-corre de la maternidad. Espero que, con estas 10 frases de la autora, te motive a comprar el libro; es corto y fácil de leer y comprender.
1. “Cuando tus ojos están fijos en el horizonte de la eternidad, tu visión de la maternidad cambia. Necesitamos ojos que nos den una perspectiva tan grande y tan gloriosa de Dios, que transforme la forma en que vemos la maternidad.”
2. “Cuando no veo la maternidad como un don de Dios para santificarme, sino como un rol con tareas que se interponen en mi camino, estoy perdiéndome de uno de los medios ordenados por Dios para mi crecimiento espiritual. No solo eso, sino que no estoy disfrutando a Dios.”
3. “Por causa del evangelio –la noticia sobre lo que Jesús hizo en la cruz para salvar a pecadores– las madres que hacen de Cristo su tesoro pueden regocijarse en su trabajo a medida que Dios obre en ellas.
4. “Cuando eliges cuidar y sostener vidas entregando tu cuerpo, tus fuerzas y tu futuro, te estás oponiendo completamente a la mentalidad de nuestra sociedad mundana. Cada una de las veces que una madre decide dar de sí misma es evidencia de la gracia preservadora de Dios en nuestro mundo caído.”
5. “En medio de las infinitas posibilidades de los ‘siempre’ y ‘nunca’ en nuestros hogares, hay una expectativa con la que sí cumplimos todos los días y con toda seguridad, ya sea que seamos conscientes de ello o no: Siempre necesitamos la gracia de Dios.”
6. “Tu Padre celestial es soberano sobre todas las cosas. A un gorrión se le cae una pluma mientras escapa de las manos de un niño curioso. La batería de tu auto se descarga en el estacionamiento del parque justo cuando tus niños llegan a su límite de cansancio. El chupete se cae de la boca del bebé justo cuando el bebé está a punto de dormirse. Nada–nada sucede sin que el Señor soberano lo ordene. Él es digno de confianza y digno de alabanza en todo momento y en toda circunstancia.”
7. “Seguir a Cristo, amar a Cristo, y obedecer a Cristo son, sin duda, las decisiones más importantes que toda madre puede tomar. Y las repercusiones de estas decisiones afectan cada día de nuestras vidas.”
8. “El orgullo nos lleva a preocuparnos por el mañana como si pudiésemos controlar el resultado con nuestra ansiedad. En esos momentos de desesperación, necesitamos recordar que la gracia de Dios seguirá siendo suficiente en el día de mañana.”
9. “Recordé que la maternidad no es una bendición que recibí porque la merezco. No es una recompensa por mis buenas obras o (como algunos podrían sugerir) una sentencia por mis malas obras. Dios me hizo madre porque Él quiere que Su nombre sea alabado, y esta es la forma en que Él consideró conveniente hacerlo. Dios tiene como objetivo glorificarse a Sí mismo a través de nuestra familia, y nosotros tenemos el privilegio de ser sostenidos por Su gracia.”
10. “La meta suprema de la feminidad no es la maternidad; la meta suprema de la feminidad es ser conformadas a la imagen de Cristo.”