Lecciones al sufrir
Si pudiéramos elegir, ninguno de nosotros elegiría el sufrimiento o las pruebas. Nuestra elección se basaría más en desear días donde todo sale como lo planeamos, en días donde no tenemos una llamada inesperada que nos da dolor de estómago o estar en un viaje que nunca termine con todos los gastos pagados. Sin embargo, nuestros caminos no son los de Dios y cuánta gracia podemos tener al reconocer que esto es bueno y que es lo que necesitamos. En este tiempo sin merecerlo Dios nos ha enseñado mucho por medio del sufrimiento y queremos compartir algunas lecciones al resaltar ciertas porciones de Lamentaciones 3, los animamos a leer el capítulo completo.
Esto recapacitaré en mi corazón, por lo tanto esperaré. Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad. Lamentaciones 3:21-23 RVR1960
Recordar la Palabra de Dios y Su obra
Nuestra reacción natural al enfrentarnos al sufrimiento es que dejamos que nuestros pensamientos nos abrumen con la ansiedad de darnos cuenta que no tenemos el control. Sin embargo es necesario tomar un tiempo para pedirle a Dios que nos ayude a recapacitar, así como dice en el pasaje de Lamentaciones. Meditar en la verdad de que Dios es Bueno, nos ama, nos conoce y todo lo permite para nuestro bien y Su Gloria. Escribir las verdades de la Biblia para leerlas constantemente es de gran ayuda en nuestro caminar.
“El lamento bíblico acepta la realidad del problema, pero mira a Cristo para tener confianza” Joselo Mercado
2. Agradecer nos ubica
Agradecer no es lo primero que hacemos al enfrentar una prueba, pero por misericordia Dios nos puede llevar a hacerlo, y conforme eso sucede podemos encontrar gozo y paz (Filipenses 4:4-7). Aún si por momentos tenemos un profundo lamento en nuestro corazón, el acto de llevar todo a Dios, hace que predomine la Verdad que Nuestro Padre nos da lo que es mejor para nosotros y eso nos ubica y fija nuestra mirada en Él.
En el libro de Lamentaciones leemos que Sus misericordias se renuevan cada mañana, solo Dios nos puede ayudar a ver que la mayor misericordia y bondad es haber sido encontrados por Dios y ahora ser cubiertos por la obra de Cristo. Y es allí en donde se encuentra nuestro mayor motivo de agradecimiento, al vivir creyendo y agradeciendo esto, encontraremos que es suficiente, no importando si nuestras circunstancias cambian. Asimismo, cantar canciones llenas de la verdad de la Palabra también ayuda a tener aliento y a descansar en El Señor en los momentos de sufrimiento y angustia.
“Mi porción es Jehová, dijo mi alma; por tanto, en él esperaré. Bueno es Jehová a los que en él esperan, al alma que le busca. Bueno es esperar en silencio la salvación de Jehová.
Porque el Señor no desecha para siempre; Antes si aflige, también se compadece según la multitud de sus misericordias; Porque no aflige ni entristece voluntariamente a los hijos de los hombres.
¿Quién será aquel que diga que sucedió algo que el Señor no mandó? ¿De la boca del Altísimo no sale lo malo y lo bueno? ¿Por qué se lamenta el hombre viviente? Laméntese el hombre en su pecado. Escudriñemos nuestros caminos, y busquemos, y volvámonos a Jehová;” Lamentaciones 3:24-26, 31-33, 37-40 RVR1960
3. Conciencia de nuestro pecado
El sufrimiento es una consecuencia del pecado (Génesis 3), y vivirlo nos hace reflexionar en cuán grande es nuestro pecado. Además, esta verdad nos hace aceptar que aunque pensamos que merecemos algo, en realidad no merecemos NADA y no podemos ponerle condiciones a Dios. Como dice Lamentaciones 3:22, al ser pecadores merecemos ser consumidos al instante. Pero Dios, aunque nos da la mayor Misericordia en Cristo, también le place darnos misericordias añadidas cada mañana. Pidámosle a Dios estar conscientes de nuestra condición y por eso alabarlo pues lo tenemos a Él como lo más preciado (Salmos 73:25-28).
4. En el fuego Dios está con nosotros
En el sufrimiento tenemos un sentido más evidente de Dios y su presencia (Isaías 43:2), y constantemente estamos recibiendo aliento por medio de Su Palabra y en el momento justo que lo necesitamos. Dios nos lleva a confiar en Él al aprender de su carácter, recordando que nos conoce y entiende, en que vemos Su soberanía (Salmos 115:3), Su cercanía (Salmos 145:18), Su bondad (Salmos 119:68)… Aún si en el proceso dudamos y queremos tener el control. También reconocemos que, como nuestro Padre, le podemos presentar nuestras peticiones y deseos, pero rindiéndolos siempre a su voluntad que es buena, agradable y perfecta.
5. Seguimos en construcción
Muchas de estas lecciones que les compartimos en este artículo, nosotros las vivimos en el hospital recientemente. En esos días pudimos observar por la ventana un edificio en construcción y eso nos hizo pensar que nosotros somos como ese edificio. Cuando todo parece que va como queremos, es más fácil sentirnos bien o en paz, pero lo inesperado, la incertidumbre o la espera, nos hace estar más conscientes que hay una obra mayor llevándose a cabo todo el tiempo en nuestra vida. Esta obra es el plan de salvación que -sin merecerlo- hemos recibido al aceptar que necesitamos a Jesús. Esto nos recordó que el verdadero sentido de la vida no es aferrarnos a ella, tampoco es que pase lo que nosotros queremos. No… el verdadero sentido de la vida es, vivir para Quien nos hizo, para Su Gloria, conscientes de Su Presencia, temiéndole, buscándole, dependiendo de Él, esperándole. Le pedimos a Dios que nos ayude a vivir así porque en nuestras fuerzas es imposible. Y así... el decir “todo va a salir bien” es realmente cierto, porque todo va conforme a la buena voluntad de Quien gobierna y está por encima de todo.
¡Que nuestras cicatrices, cuenten las tuyas Cristo, que son las únicas que cuentan y cada dolor nos recuerde tu Misericordia!.
“Porque Tú has sido mi ayuda, Y a la sombra de Tus alas canto gozoso. A Ti se aferra mi alma; Tu diestra me sostiene.” Salmo 63:7-8 NBLA
Recursos recomendados:
Hope in times of fear: the resurrection and the meaning of Easter. Viking. Timothy Keller. 2021
¿Hasta cuándo, Dios?. B&H Español. Joselo Mercado. 2020
Estudio Bíblico: Aprendiendo cómo afligirse con Lamentaciones. The Bible Project.