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La “Supersimetría” de Génesis Uno

Foto Shutterstock

En el campo de la física de partículas, se dice que una entidad posee simetría cuando, después de sufrir una transformación y revertirla, parece que no fue alterado. Por ejemplo, cuando un cuadrado es rotado desde su centro, 360° y regresa a su posición original, sigue viéndose igual. Se dice entonces que el cuadrado tiene simetría. A manera de metáfora, quiero hablar de la simetría del diseño literario de Génesis 1, la primera página de la Biblia hebrea. Para ser exactos, Génesis 1:1 al 2:3 conforma lo que se llama, una unidad literaria. Esto quiere decir que la narración está delimitada o agrupada. Es una sección completa que tiene un principio y un final. Esto se puede ver claramente por las palabras “En el principio creó Dios los cielos y la tierra” en el 1:1 y “Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra…” en el 2:1. Así que, esta sección es de la que se hablará.

El 1:2 introduce el problema o conflicto “Ahora, la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo…”. En realidad son 3 problemas: la tierra está (1) desordenada y vacía, (2) tinieblas u oscuridad la cubren, y (3) el gran abismo o “faz” del abismo. Cada uno de estos elementos de “desorden, caos” es compartido por otras cosmologías del Cercano Antiguo Oriente (pero eso es tema para otro artículo). Lo que nos interesa aquí es ver que Dios resolverá cada uno de estos problemas en los días 1-3.

En el día 1, Dios crea la luz para contener la oscuridad (problema 2), en el día 2 las aguas son separadas y ordenadas para dejar cielo y mar (problema 3) y en el día 3 separa el mar de la tierra, para que surja la tierra seca (donde habitarán los humanos). El día 3 tiene un pequeño “bono”, la tierra produce hierba verde, semillas y árboles (resolviendo el problema 1). En estos 3 días, Dios crea 3 espacios o campos: los cielos arriba, la tierra seca en medio y los mares abajo. De nuevo, esto corresponde con la cosmología de otras culturas antiguas.

En los días 4-6, Dios procederá a llenar cada uno de estos espacios con sus respectivos habitantes. En el día 4, Dios crea las lumbreras y las estrellas, llenando los cielos. En el día 5, Dios crea las aves y los peces, llenando cielos y mares. Y en el día 6, Dios crea los animales de tierra y a los humanos. El día 6 también tiene un pequeño “bono” como el día 3, Dios les da hierbas verdes, semillas y frutos de árboles para comer a animales y humanos. Hm… frutos de árboles… me pregunto si jugarán un rol más adelante en la historia…

La relación de los días 1-6 forman lo que el erudito David Andrew Teeter llama un “origami literario” o en Latinoamérica podríamos llamarle una “tortilla literaria”. Lo explico: Hay una relación horizontal entre los días 1 con 4, 2 con 5, y 3 con 6. La relación es la siguiente: en el día 1, Dios crea la luz y la separa de las tinieblas. En el día 4, Dios delega esta autoridad a las lumbreras para hacer lo que su luz hacía “señorear en el día y en la noche”. En el día 2, Dios separa las “aguas de arriba” de las “aguas de abajo”. En el día 5, Dios crea las aves para volar en las “aguas arriba” o “expansión de los cielos” como dicen algunas traducciones y a los peces para nadar en las “aguas abajo” o “mares”. Si te confunde lo de las “aguas arriba y aguas abajo”, no te preocupes. Es tema para otro día.

La relación entre el día 3 y 6 es la siguiente: en el día 3, Dios separa la tierra seca de los mares y en el día 6 Dios crea a los animales, ganado, reptiles y a los humanos para habitar la tierra seca. Y como ya se dijo, el “bono” del día 3, corresponde con el del día 6. En el día 3, Dios hace que la tierra produzca hierba, semillas y frutos para darlo por comida a humanos y animales en el día 6. Hay una relación vertical también entre estos 6 días. Los días 1 y 4 con la mitad de 2 y 5 corresponden a “los cielos” y sus habitantes y los días 3 y 6, con la mitad de 2 y 5, a la “tierra” y sus habitantes. En el siguiente diagrama es más fácil de visualizar:

Hasta aquí se ha hablado del diseño general pero si se hace un acercamiento o “zoom in” a estos días, se puede encontrar más. Por ejemplo, en el día 1, el versículo 1:14a corresponde con el 1:18b. Esto sería: “Y dijo Dios: haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche” con “y para señorear en el día y en la noche”. El versículo 1:14b corresponde con 1:18a. Esto sería: “y sirvan de señales para las fiestas, para días y años” con “y para separar la luz de las tinieblas”.

El 1:15 corresponde con 1:17. Esto sería: “y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra” con “y las puso Dios en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra”. Y finalmente el 16a con el 16b. Este recurso literario se conoce como quiasmo. Una estructura con forma de “sandwich” en los que los elementos externos corresponden entre sí y los internos entre sí. Lo mismo ocurre con el sexto día, con el famoso versículo 1:27 en el centro. Es más fácil de ver en la siguiente imagen que describir con palabras. El punto es, que incluso dentro de cada día, hay diseño y orden.

Al examinar este poema en su idioma original, el hebreo, otras cosas interesantes surgen. La primera línea “En el principio creó Dios los cielos y la tierra”, contiene 7 palabras en hebreo. Ese es el resumen o prólogo. La segunda línea (que es el versículo 1:2) está dividido en 3 líneas que contienen 14 palabras (dos veces 7). El epílogo, que son los versículos 2:2-3, también está dividido en 4 líneas, las primeras 3 están hechas de 7 palabras cada una. Es decir, 21 palabras (tres veces 7). Y la última línea “porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación” está formada por 10 palabras. Enmarcando el relato con la palabra “creación”. Todo el relato, desde Génesis 1:1 hasta 2:3 contiene 7 párrafos delimitados por las palabras “la tarde y la mañana”. El séptimo día es el único que no contiene “y fue la tarde y la mañana el día… ” pero eso también es tema para otro artículo.

Y hay más. Cada una de las palabras clave en Génesis 1:1 se repite a lo largo del relato en múltiplos de 7. “Dios” se repite 35 veces (7 x 5). “Tierra” se repite 21 veces (7 x 3). “Cielos” se repite 21 veces. Dios habla un total 10 veces: 7 veces para mandatos creativos como “ que sea…” y 3 veces como iniciativa hacia la humanidad. Hm… me pregunto si estas 10 palabras tendrán alguna relación con las 10 plagas de Egipto o los 10 mandamientos… Otras palabras clave que se repiten 7 veces son “luz” y “día” juntos en el día 1, “criatura viviente” (חיה (en los días 5 y 6 y el famoso “Dios vio que era bueno” en todo el relato.

¿Por qué el 7 es tan importante en la Biblia? En general, el número 7 es importante y simbólico para varias culturas. Las razones tienen que ver con aspectos del calendario, el ciclo lunar y otras cosas que, para ser sincero, no entiendo por completo. El 7 también forma una bonita simetría, con el 4 en el centro, 1, 2 y 3 de un lado y 5, 6 y 7 del otro como cualquier número impar. Pero los hebreos tienen una razón más, exclusiva de su pueblo, y es que en hebreo, los números se escriben con letras. Las consonantes que se usan para el 7 (שבע (también forman las palabras “completo, lleno” y las palabras “juramento, promesa”. Así que los autores bíblicos capitalizan esta relación al máximo. De esta manera no solo componen algo artístico y simétrico sino que también comunican teología con sus juegos de palabras.

“Suponer que todas estas apariciones del número siete son mera coincidencia no es posible. Esta simetría numérica es, por así decirlo, el hilo dorado que une todas las partes de la sección.” — Umberto Cassuto

Estudiar el diseño literario de la Biblia ha tenido un impacto en mi persona. Ha cambiado mi perspectiva de la Biblia. Ha informado y corregido mi concepto y prejuicios sobre lo que significa la “inspiración divina”. La Biblia no cayó del cielo, ni los autores entraron en “trance” para escribirla. El relato está haciendo más que informarnos lo que ocurrió como si fuera la grabación de una cámara de seguridad. Los autores están comunicando verdades profundas. Como toda gran obra literaria, llevó tiempo, trabajo y esfuerzo. Toda esta información es más que simples datos curiosos, es belleza artística que llena el alma y transforma nuestra manera de ver el cosmos. Génesis 1 nos está dando una historia en la cual vivir.

Esto también muestra que la repetición en la Biblia (que a veces aburre) tiene un propósito. Esta simetría nos lleva a comparar elementos que tienen relación entre sí, y cuando se hace esto, ocurre magia. ¡La teología aparece como la tierra seca! La verdadera diversión comienza cuando el lector reflexiona sobre estas relaciones. ¡Hay vida inteligente en el texto bíblico! Su contenido y su forma están íntimamente relacionados. La forma del relato de Génesis 1 es simétrica y ordenada, al mismo tiempo que su contenido y mensaje nos comunican que Dios, llevó el cosmos del caos y desorden al orden y la belleza con un fin en mente, el séptimo día. ¡Qué grande el Espíritu que inspiró a estos autores y qué alegría que siga siendo el mismo de hoy!





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