ADEPRIC

View Original

El rompecabezas después del hospital

Cuando los niños pequeños arman rompecabezas necesitan ser guiados para ir entendiendo las formas para poner las piezas. Mi hijo estaba por poner la última pieza de un rompecabezas, rehusándose a ponerla donde yo le decía que debía colocarla. Eso me hizo sentir que muchas veces soy así con Dios. Si yo pudiera, planificaría los sucesos de mi vida en forma diferente, elegiría otro día para enfrentar una emergencia o no pasar por sufrimiento.

1.     Nuestra pieza no es la correcta

Hace unos meses tuve que llevar a mi hijo pequeño por primera vez al hospital, mi esposo se encontraba de viaje y me tocó enfrentar esta emergencia sola. En un camino largo con mucha angustia, pidiéndole a Dios su misericoridia. En esta experiencia hubo muchas partes difíciles, como ver a nuestro pequeño ser canalizado y que mi esposo no estuviera con nosotros, sin embargo las superó el propósito que Dios cumplió en nuestros corazones. Durante el tiempo que mi hijo estuvo en el hospital me di cuenta que estar centrada en cómo estaba él y cómo evolucionaban sus síntomas, me hizo no pensar en mí. Todo lo que Dios permite en nuestras vidas es para que nos centremos en Él (Hebreos 12:1-2), y así darnos cuenta que solo ahí encontramos esperanza, confianza y paz.

2.     Cada pieza es un encuentro inmerecido

Me sorprende que en el libro de Éxodo, Dios dio los detalles para construir el tabernáculo de reunión (Éxodo 39:32). Una reunión implica un encuentro. Dios, el Señor, desde el inicio de la historia planeó un encuentro inmerecido y lo completó en la cruz, porque cualquier esfuerzo por nuestros medios es incompleto. Todo lo que Dios permite en nuestra vida es un encuentro, por un Dios Cercano, que nos hizo y nos conoce. Un encuentro especialmente diseñado para que cada uno de nosotros lo conozcamos más.

Cuando mi hijo estuvo en el hospital pude compartir con él cómo, junto a mi esposo, Dios nos sostuvo cuando yo fui ingresada al hospital varias veces el año pasado, y eso me hace pensar que en la medida que Dios nos ha permitido encontrarlo, nos hace encontrarnos con otros en Él.

“Puedes haber creído en Dios toda tu vida, pero tu conversión inicia cuando te das cuenta que estás tratando con un Dios que no es como tú quieres que sea. Él es como es” Timothy Keller

3.     El rompecabezas armado es bajo la sombra de sus alas

 “¡Cuán preciosa es, oh Dios, tu misericordia!
Por eso los hijos de los hombres se refugian a la sombra de tus alas” Salmos 36:7 NBLA

Cuatro veces en los Salmos aparece “Bajo la sombra de sus alas” (Salmos 17:8, Salmos 36:7, Salmos 63:8, Salmos 57:1), estar conscientes que aunque no lo merecemos, por Cristo podemos caminar cada día con este sentir, es lo que va completando el rompecabezas. Solo cuando mi hijo accedió a poner la pieza donde correspondía, el rompecabezas tuvo sentido. Dios está orquestado su plan de salvación en nuestras vidas, y está deseoso que cada vez más lo aceptemos y confiemos en Él, aunque muchas veces sea contrario a cómo nosotros lo hubiéramos planeado.

Dios nos está enseñando cuál es la pieza correcta. Sólo así tendremos el sentido de la presencia de Dios para ver nuestro pecado, lo cual nos permite agradecer y confiar cada día más en Él.

Recursos :

1.     Hope in times of fear: the resurrection and the meaning of Easter. Viking. Timothy Keller. 2021