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Dios y la Injusticia

Por naturaleza, como seres humanos, buscamos la justicia y rechazamos la injusticia. Nos molesta ver que hay alguien débil de quién se están aprovechando y nos alegra ver cuando alguien que estaba cometiendo un crimen es atrapado. ¿Pero qué define lo que es justo o injusto en el mundo? ¿La ley? ¿La sociedad? ¿Nuestra moral?

¿Qué es justo y qué es injusto?

Un gran problema que existe en la actualidad, es que el mundo quiere definir lo que es bueno o malo, y por consiguiente lo que es justo o injusto, en base a su conveniencia, su percepción o las influencias que tiene a su alrededor. Esto produce que existan diferentes definiciones de justicia. Temas como el aborto o la definición de familia se vuelven luchas de ideas porque cada quien tiene su definición de lo que es bueno y lo que es malo, cada quien creyendo tener la razón en su propia opinión (Romanos 1:21-23).

Es por esto que el único que puede definir lo que es bueno o malo, justo o injusto, es Quién nos creó. Solo Dios conoce nuestros corazones y solo Él puede definir lo bueno y lo malo, porque Él en sí mismo es Bueno. Y para conocer lo que Dios define como justo o injusto tenemos la Biblia. Esta es la guía en la cual encontramos el carácter de Dios y podemos conocer Su voluntad. Si la Biblia define algo como bueno, es bueno. Si lo define como malo, es malo. Punto. No hay más. Podemos no estar de acuerdo con algo ahí escrito, pero no por eso pierde la autoridad de ser la Palabra de Dios.

Pero entonces si Dios es Bueno ¿por qué permite la injusticia en el mundo?

Algo importante que debemos entender en este punto, es que en el plan perfecto de Dios para el hombre solo existía lo bueno, lo justo así como es Él (Génesis 1 y 2). Pero al entrar el pecado en el hombre (Génesis 3) sus actos se volvieron malos y es por eso que la injusticia que vemos en el mundo viene a raíz de las acciones pecaminosas del hombre. Las guerras, corrupción, violencia, tienen su raíz en las acciones humanas.

¿Y entonces por qué Dios lo permite? Por su misericordia. Si Dios no nos hubiera mostrado misericordia, al ver el primer indicio de injusticia inmediatamente hubiéramos sido destruidos (Lamentaciones 3:22). Era lo que merecíamos, la muerte. Pero a cambio nos dio vida eterna en Cristo. Él tomo el pecado de nuestro corazón y a través de la obra de Cristo nos perdonó. Si lo vemos así, la injusticia más grande, el Justo muriendo por los injustos, es lo que hizo justicia por nosotros.

“Porque también Cristo murió por los pecados una sola vez, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, muerto en la carne pero vivificado en el espíritu” 1 Pedro 3:18 NBLA

Como cristianos somos llamados a ser un reflejo de Cristo en la tierra. Ser embajadores que defienden los principios de Dios dados en la Biblia, defender la vida y la familia solo son algunas de nuestras responsabilidades. Aunque esto conlleve consecuencias ante la sociedad, con la ley o ante nuestras autoridades. Porque si no lo hacemos nosotros… ¿Quién lo hará? 

Leamos la Biblia para conocer la voluntad de Dios y como cristianos defendámosla e instruyamos a las próximas generaciones. 

“Pero aun si sufren por causa de la justicia, dichosos son. Y NO TENGAN MIEDO POR TEMOR A ELLOS NI SE TURBEN, sino santifiquen a Cristo como Señor en sus corazones, estando siempre preparados para presentar defensa ante todo el que les demande razón de la esperanza qué hay en ustedes.” 1 Pedro 3:14-15ª NBLA